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100	1		_aGoldin, Daniel _eautor _97629
245	1	4	_aLos días y los libros : _bDivagaciones en torno a la hospitalidad de la lectura /
264		1	_aEspaña : _bKalandraka, _c2024.
300			_a186 páginas ; _c21 cm
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338			_2rdacarrier _avolumen _bnc
504			_aIncluye referencias bibliográficas.
505	0		_aPrólogo a la primera edición. -- Nota a la presente edición. -- Los días y los libros. -- La paternidad y los libros. -- La invención del niño: digresiones en torno a la historia de la literatura infantil y la historia de la infancia. -- Leer y escribir antes y después de Babel. -- De la infancia al niño hablante. -- El cuento de los cuentos de hadas. -- Dos invenciones entrelazadas al infinito. -- Extranjeros en el mundo: multiculturalismo, diversidad y formación de lectores. -- El infierno son los otros. -- Nombrar el Edén. -- Espadas o banderas. -- Juntos, pero no revueltos. -- Nuevas conceptualizaciones y disyuntivas actuales. -- El Norte y la brújula. -- La inevitable debilidad radical del lenguaje: reflexiones sobre la formación de lectores y de ciudadanos. -- Continuidades y discontinuidades: tentativas para comprender procesualmente la formación de usuarios de la cultura escrita. -- Reverdecer o fenecer. Una perspectiva procesual de la LIJ y sus dilemas, hoy. -- El significado de los libros. -- Origen es destino, la lucha contra el hambre. -- La escritura y la ingesta. -- La LIJ ingesta e indigesta. -- La LIJ, ¿una criatura robusta?. -- La LIJ bien, ¿y los niños?. -- La LIJ y la promoción a la lectura, tensiones y pretensiones. -- ¿Blanco? ¿Negro? ¿Grises?. -- Noticias. -- Bibliografía.
520	3		_a"Ya es lugar común decir que el libro y la cultura no son en sí mismos valiosos moralmente, que a unos metros de los hornos crematorios los asesinos se deleitaban interpretando a Schubert o conversando sobre Goethe. Pero es difícil abandonar la esperanza en la educación, que quizá no sea sino el deseo de hacer del mundo un lugar más habitable. (...) Espero también no ser el único que, cuando sostiene un libro en las manos, mira su semejanza con una pequeña carpa, si lo toma por el lomo, mientras que, si lo pone vertical, percibe su semejanza con una puerta o una ventana. Los libros son esas tres cosas: un techo que brinda cobijo provisorio. Una puerta por la que uno puede escapar o dejar entrar. Una ventana que permite ventilar, recibir: músicas, palabras, ideas, presencias. No pueden transformar el mundo. Pero, para algunos, lo hacen más habitable, al menos por un rato. Les dan armas para hacerse un poco más dueños de sus vidas y hacer más felices a quienes quieren. Y a dialogar con los extraños" -- tomado de la contraportada.
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