000 02632nam a2200301 i 4500
001 6044
003 JLV
005 20250225124854.0
007 ta
008 250214s2012 mx |||gr|||| 000 | spa d
020 _a9786071119377
040 _aJLV
_bspa
_cJLV
_dJLV
_erda
041 0 _aspa
082 0 4 _aNQ863.44
_bR177 M327 2012
100 1 _aRamírez, Sergio,
_d1942-
_920179
_eautor
245 1 0 _aMargarita, está linda la mar /
250 _aPrimera edición
264 1 _aMéxico :
_bAlfaguara,
_c2012.
300 _a371 páginas ;
_c21 cm
336 _2rdacontent
_atexto
_btxt
337 _2rdamedia
_asin mediación
_bn
338 _2rdacarrier
_avolumen
_bnc
505 0 _aPrimera parte. -- El retorno a la tierra natal. -- Con temblor de estrellas y horror de cataclismo. -- Prodigios se han visto. -- Tan sentimental y tan divino. -- Tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías. -- Pegaso relincha hacia ti. -- Quiero ahora deciros ¡hasta luego! -- ¡Los bárbaros, cara lutecia! -- Intermezzo tropical. -- Curriculum vitae. -- Somoza García, Anastasio. -- Carta de despedida. -- Segunda parte. -- Ya tendrás la vida para que te envenenes. -- Perlas de Bassora. -- Este mundo terrible en duelos y espantos. -- La princesa está triste. -- La caja de armonía que guarda mi tesoro. -- El destino prodigioso y fatal. -- Que púberes canéforas te brinden al acanto. -- ¿A los sangrientos tigres del mal darías caza? -- Fin de fiesta. -- Palabras postreras.
520 3 _a“1907. León, Nicaragua. Durante un homenaje que le rinde su ciudad natal, Rubén Darío escribe en el abanico de una niña uno de sus más hermosos poemas: «Margarita, está linda la mar...». 1956. En un café de León una tertulia se reúne desde hace años, dedicada, entre otras cosas, a la rigurosa reconstrucción de la leyenda del poeta. Pero también a conspirar. Anastasio Somoza visita la ciudad en compañía de su esposa, doña Salvadorita. Está previsto un banquete de pompa y boato. Habrá un atentado contra la vida del tirano, y aquella niña del abanico, medio siglo más tarde, no será ajena a los hechos. Sergio Ramírez logra en esta novela que toda la historia de su país quepa en una cumplida metáfora de realidad y leyenda. Con un lenguaje cuya brillantez subyuga al lector, la acción va tramando caminos de medio siglo entre los dos niveles del relato, creando un continuo temporal entre el pasado y el presente que parece pertenecer al territorio del mito.” -- tomado de la contraportada.
690 _aBP
942 _2ddc
_cLB
_n0
999 _c6044
_d6044