El eclipse de la muerte /

Introducción. -- Las paradojas de la muerte. -- La muerte desimbolizada. -- La parodia de la inmortalidad. -- ¿Qué es lo que la muerte ya no es? -- Una sublevación estética y política: la cremación o el odio a la materia. -- Pero, entonces, ¿qué es la muerte? -- Fecundidad del miedo a la muerte. -- ¿Qué es el miedo a los fantasmas? -- Interludio: ¿trae fantasmas el viento de Autan? -- La muerte y el ego: ¿hasta nunca? -- El declive de la muerte heroica. -- La muerte, los cementerios y los libros. -- ¿Por qué, en la era de la televisión, la muerte es incomprensible? -- ¿Tiene ventajas la muerte? -- El polvo y la ceniza: nuevas observaciones sobre la cremación. -- La inmortalidad transhumanista: un negocio de ilusos. -- ¿Hacia una civilización sin cadáveres? -- Él se fue, ella se fue. -- Conclusión.

"Como cualquier filosofía, como cualquier obra del pensamiento, este libro tiene sus orígenes en un asombro, el que afecta al espíritu ante el hecho de que hombres y mujeres contemporáneos ya no se sorprenden con la muerte, a tal punto que prefieren arrumbarla en el cuarto de atrás, el de los objetos en los que la mayoría decidió no volver a pensar, acostumbrándose a cambiar la palabra 'morir' por 'partir'. El propósito de este libro es despertar dos sentimientos: el sentimiento de desesperación y el sentimiento de lo trágico. La erosión de estos dos sentimientos sella la deshumanización, moldea el umbral de lo post humano. Llamamos deshumanización a la tentativa de hacer del hombre un ser sin preocupación, un ser que se deshizo de la desesperación y de lo trágico, liberado de la preocupación por el alma. Y entonces, ¿qué seríamos nosotros sin la muerte? Todo lo que somos, todo lo que nos importa, no existiría sin la muerte. No se contenta con librarnos del ego —lo que ya es bastante, inmenso—, ni le basta su papel pedagógico. Cuando la simulamos en nuestra mente; es decir, cuando la pensamos, nos muestra que existe un más allá del ego, la verdad de nuestro ser. Sin la muerte no hay nada, no hay mundo humano, no hay ni familia, ni sociedad, ni patria, ni cultura, ni seguramente amor. En cuanto al creyente, él nos dirá: sin la muerte, no hay ni redención ni salvación. Sin la muerte sólo existe la nada." --tomado de la contraportada.