La formación del discurso desaparecedor en México /
- Primera edición
- 208 páginas ; 22 cm
Incluye referencias bibliográficas.
Prehistoria. -- La historia de un olvido. -- Legitimación de la violencia desde los estudios sobre la violencia: fragmentos de una historia de la guerra sucia. -- Un discurso totalitario para un Estado autoritario. -- Literatura. -- Generación del 68. -- Diarios. -- Testimoniales. -- En el estado de Jalisco. -- Literatura en Jalisco. -- La academia se hace cargo. -- Bibliografía.
"Entre los años de 1965 a 1974 el país vio aparecer un fenómeno totalmente nuevo: los grupos guerrilleros de ultraizquierda. Estas organizaciones tenían como horizonte político la toma del Estado por medios violentos. Sus principales argumentos pasaban por la idea de un régimen autoritario, violento y asesino, como bien lo había demostrado el movimiento estudiantil de la Ciudad de México, durante 1968. El 2 de octubre según sus evaluaciones, fue la prueba palpable de la cerrazón política y de los mecanismos que el Estado no dudaría en aplicar a cualquier disidencia, aun así fuera pacífica y legal. No se equivocaron. Su combate y exterminio llegaron por parte de los diferentes cuerpos de seguridad del Estado. Al igual que otras latitudes del Continente el terrorismo de Estado. Al igual que en otras latitudes del Continente el terrorismo de Estado y la violencia política hicieron su aparición brutal en casi todo el territorio nacional, México, al igual que Argentina, Chile, Uruguay, hacía uso del asesinato y la desaparición como método de combate contra las nuevas disidencias. El problema que enfrentaba el régimen si bien era simple no dejaba por eso de ser atroz: ¿Cómo encarcelar, torturar, asesinar o, desaparecer, a la nueva disidencia, a la vista de todo el mundo? El período llamado de manera falaz guerra sucia, fue la respuesta. El libro aborda de manera puntual los mecanismos, las formas, los métodos pero, sobre todo la colaboración de los partidos políticos, de los intelectuales, de los medios masivos de comunicación y, de la opinión pública, en la formación de un discurso desaparecedor que legitimaba las prácticas de la violencia política y, del terrorismo de Estado, en contra no sólo de la disidencia armada, sino que se hizo extensivo a otras disidencias pacíficas. Es en ese periodo que podemos fechar una práctica -la del terrorismo de Estado-, y la puesta en marcha de un discurso desaparecedor, que no ha dejado de tener vigencia en la república, como bien lo podemos constatar en los miles de fosas, en los miles de asesinatos, y en los miles de desaparecidos. La formación del discurso desaparecedor en México quiere dar respuesta a lo que hasta ahora se había pensado que era un Estado de excepción pero que el tiempo ha demostrado que es la regla: la implantación del homo sacer como práctica política legítima." -- tomado de la contraportada.