Una ética de la Madre Tierra : Cómo cuidar la casa común /

Incluye referencias bibliográficas (página 133).

Prefacio. -- Qué es la Tierra, la gran madre, la casa común y gaia. -- ¿Por qué una ética de la Tierra?. -- La Tierra es madre, casa común y Gaia. -- Existimos en la Tierra hace tan solo algunos minutos: el tiempo de la Tierra y el tiempo del cosmos. -- Vivimos en un mundo homicida, biocida, ecocida y geocida. -- Fundamentos de una ética de la Madre Tierra. -- Antecedentes históricos de la ética de la Tierra como Casa Común. -- Fundamentos de una ética de la Tierra. -- Cuatro principios indispensables para una ética de la Tierra. -- Cuatro ideales comunes para una ética de la Tierra. -- Cuatro virtudes cardinales de una ética de la Tierra. -- La dignidad y los derechos de la Madre Tierra. --El pecado original ecológico: la ruptura de la religación universal. -- El rescate del contrato natural con la Tierra y sus derechos. -- La Madre Tierra: dignidad y derechos. -- América Latina en la vanguardia del constitucionalismo ecológico. -- Nuevos rumbos para la Madre Tierra. -- Una esperanza: la Tierra viva derrotará al capitalismo, su mayor enemigo. -- ¿Cómo cuidar de nuestro planeta?. -- El territorio o el biorregionalismo como alternativa ecológica. -- Una economía ecológica a partir del territorio o del biorregionalismo. -- Hacia una biocivilización de la Tierra de la buena esperanza. -- La espiritualidad y la ética, dos hermanas gemelas. -- La paz perenne con la naturaleza y la Madre Tierra. -- Conclusión: Una espiritualidad mínima de la Madre Tierra. -- Bibliografía del autor.

"Como ponen de manifiesto los trastornos climáticos, la relación del ser humano con la Tierra, única Casa Común que tiene para vivir, ha sobrepasado un límite sistémico: ni los recursos naturales son infinitos ni cabe suponer un progreso infinito. La humanidad se enfrenta así a una cuestión global que es más ética que científica. Se necesita con urgencia una ética de la Tierra que le devuelva su vitalidad vulnerada. Pero esta ética no se sostendrá si no va acompañada de una espiritualidad que eche sus raíces en una razón cordial y sensible. Solo así cabe generar un cuidado y un compromiso serio de amor, responsabilidad y compasión hacia la Casa Común. La vida del espíritu, que se alimenta de bienes no tangibles, es el suplemento de alma que convoca a acciones salvadoras y regeneradoras de la Madre Tierra." -- tomado de la página web de la editorial.