Crónica del Diccionario de autoridades (1713-1740) : Discurso leído el día 11 de junio de 1972 en el acto de su recepción pública en la Real Academia Española /
Tipo de material:
- texto
- sin mediación
- volumen
- 9788416095377
- 413.028 L999 2014
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Jardín LAC Vizcaínas Biblioteca de colecciones curadas | Lectura y cultura escrita | 413.028 L999 2014 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Ej. 1 | Disponible | JLV24110427 |
Incluye referencias bibliográficas.
[Presentación]. -- Crónica del Diccionario se Autoridades (1713-1740), Discurso de D. Fernando Lázaro Carreter. -- Propósito. -- Fundación de la Academia. Sus móviles. -- ¿Lengua española o castellana? -- Comienzo de tradiciones. -- Privilegios y relaciones. -- La planta del Diccionario. -- Ortografía y prosodia. -- El inventario del léxico. -- Causas de trece arios de silencio. -- Hacia la impresión del primer tomo. -- Un final de escasa historia. -- El método asegurado. -- El segundo volumen. -- Los gajes. -- El volumen tercero. -- Edición de La Mosquea. -- Remate de la obra. -- Final. -- Apéndice I. Relación de los académicos, entre 1713 y 1739. -- Apéndice II. Redactores, distribución del trabajo y calendario del mismo. -- Contestación de D. Rafael Lapesa Melgar.
“Fernando Lázaro Carreter fue elegido miembro de número de la Real Academia Española, para ocupar la silla R, el 13 de enero de 1972, y tomó posesión de la plaza el 11 de junio del mismo ario, con el discurso que aquí se reedita. Le dio la bienvenida en nombre de la corporación Rafael Lapesa. Estamos ante una pieza fundamental de la bibliografía sobre la historia de la Academia y de la lexicografía española, que traza una detallada crónica, basada tanto en los preliminares de la obra como en un atento examen de las actas corporativas, del proceso de elaboración y publicación de aquella gran proeza que constituyeron los seis volúmenes (1726-1739) del diccionario que corriendo el tiempo sería conocido —sin ser ese su título— como Diccionario de autoridades. La primera obra de la Academia no fue solo una hazaña lexicográfica, sino que tuvo tintes de «empresa moral» realizada con temple extraordinario, y ello queda perfectamente explicado en el estudio de Lázaro. La conclusión fundamental del discurso la extrae Lapesa en el suyo: «La Academia nació como centro de trabajo».” -- tomado de la contraportada.
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