Verdolatría : La naturaleza nos enseña a ser humanos / Santiago Beruete.

Una fotosíntesis filosófica. -- Qué puedo saber. -- La narrativa concéntrica de los árboles (El tiempo). -- De la filosofía oculta de las plantas (La verdad). -- Pastoral para incrédulos (El paso del mito al logos). -- Raíces (La identidad). -- Memorial de Bomarzo (El ser). -- Impresión de una naranja (La sustancia). -- Jardines de plantas venenosas (La realidad). -- Botánica para alienígenas (El antropocentrismo). -- Historia de una orquídea (Las apariencias). -- Cómo debo actuar. -- Kit de jardín vertical (El espíritu crítico). -- Negro sobre verde (La bondad). -- Apología de las malas hierbas (La libertad). -- Enseñanzas de hoja perenne (La virtud). -- La parábola del antijardín (La paz interior). -- Guía de campo del turista espiritual (La superstición). -- La mascota de María Antonieta (La igualdad). -- El jardín de los Mowglis: una historia basada en hechos reales (La desobediencia civil). -- Cultivar la mirada (La belleza). -- Qué me cabe esperar. -- Simbiosis antirrománticas (El amor). -- El olvidado arte de criar malvas (La muerte). -- Mercado de las flores (La plusvalía). -- 'Claustrofilia' (La memoria). -- Cómo plant(e)ar la ciudad (La utopía). -- Nutrir la tierra que nos nutre (El mal). -- Clorofila y tecnofobia (La alienación). -- Semillero jardinosófico (La sabiduría). -- Qué significa ser humano. -- Un jardín propio o cómo dejar de ser una flor de invernadero (El feminismo). -- Gabinete de maravillas vegetales del Nuevo Mundo (La curiosidad). -- Totófagos' y 'posomnívoros' (La necesidad). -- El oficio de lardinopeda' (La educación). -- Las bellas horas de un insigne jardinópata (La pasión). -- No entre aquí quien no ame los jardines (La voluntad). -- Erotomaquia vegetal (El sexo). -- 'Jardinautas' del aire (El hábito). -- Verdografío, luego existo (El lenguaje). -- Agradecimientos. -- Créditos de las imágenes.

"La admiración por la naturaleza parece acentuarse a medida que aumenta la población mundial y crecen las ciudades. Cuanto más nos alejamos de la tierra, más fuerte es el anhelo de retornar a ella. Cultivar un jardín o un huerto se ha convertido en una forma de rebeldía y solidaridad, de lucha por los derechos sociales y la sostenibilidad del medioambiente. Pero ver crecer lo que sembramos es sobre todo una de las fuentes más genuinas de gozo. Además, las plantas nos pueden enseñar mucho acerca del 'arduo arte de vivir bien' del que habla Michel de Montaigne. Santiago Beruete, valiéndose de su experiencia jardinera, las aportaciones de la botánica y el pensamiento ecológico, nos invita a reflexionar sobre las contradicciones humanas. Y nos muestra cómo la naturaleza puede servir de inspiración para responder las grandes cuestiones filosóficas." -- tomado de la contraportada.