Dientes blancos / Zadie Smith ; traducción del inglés de Ana María de la Fuente.

Traducción de: White teeth.

Agradecimientos. -- Archie 1974, 1945. -- 1. El extraño segundo matrimonio de Archie Jones. -- 2. Echando los dientes. -- 3. Dos familias. -- 4. Tres en camino. -- 5. La pulpa dentaria de Alfred Archibald Jones y Samad Miah Iqbal. -- Samad 1984, 1857. -- 6. La tentación de Samad Iqbal. -- 7. Molares. -- 8. Mitosis. -- 9. ¡Rebelión! -- 10. La pulpa dentaria de Mangal Pande. -- Irie 1990, 1907. -- 11. La ofuscación de Irie Jones. -- 12. Caninos: los dientes que desgarran. -- 13. La pulpa dentaria de Hortense Bowden. -- 14. Más inglés que los ingleses. -- 15. Chalfenismo frente a bowdenismo. -- Magid, Millat y Marcus 1992, 1999. -- 16. El regreso de Magid Mahfuz Murshed Mubtasim Iqbal. -- 17. Crisis, deliberaciones y tácticas de urgencia. -- 18. El Fin de la Historia frente al Último Hombre. -- 19. El espacio final. -- 20. De ratones y recuerdos.

“Situado en un barrio londinense de inmigrantes, el inmenso fresco humano que dibuja la autora tiene como epicentro las familias de Archie Jones y S amad Iqbal, dos excombatientes de la Segunda Guerra Mundial que vuelven a encontrarse después de treinta arios sin verse. Archie está casado con una jamaicana exuberante y S amad con Alsana, bengalí como él, y con las ideas muy claras. Pero lo más preocupante no es estar casados con mujeres jóvenes de carácter endemoniado, ni la falta de dinero, ni las secuelas de la guerra; no, la prueba más dura es la relación con sus hijos, que a la hora de llevar a cabo los proyectos fracasados de sus padres se rebelan: se rebelan contra el racismo británico, contra su propia clase social, incluso contra su barrio, sus orígenes y su historia. Así, cada uno a su manera, son la prueba viviente de lo difícil que resulta escapar de un destino trazado de antemano. La extraordinaria carga de energía que desprende la narración, sumada a una acertada mezcla de ironía y humor corrosivo, y a una abundancia de personajes y situaciones que mantienen en vilo al lector, hacen que Dientes blancos perdure en la memoria de quienes entienden que una novela puede ser tan entretenida como fiel testigo de la realidad de su tiempo.” -- tomado de la contraportada.