El cóndor y las vacas : Diario de un viaje por Sudamérica /

Por: Colaborador(es): Tipo de material: TextoTextoIdioma: Español Lenguaje original: Inglés Series Sexto Piso RealidadesEditor: España ; México : Sexto Piso, 2012Edición: Primera ediciónDescripción: 286 páginas : fotografías ; 23 cmTipo de contenido:
  • texto
Tipo de medio:
  • sin mediación
Tipo de soporte:
  • volumen
ISBN:
  • 9788496867369
Títulos uniformes:
  • The condor and the cows. Español.
Tema(s): Género/Forma: Clasificación CDD:
  • 918 I793 2012
Contenidos:
Nota al lector. -- El comienzo del viaje. -- Río arriba. -- En Bogotá. -- Camino a Ecuador. -- Petróleo en la selva. -- Hacia Perú. -- Lima y Arequipa. -- En el Altiplano. -- Titicaca y La Paz. -- La ciudad y el llano. -- Reflexiones en Buenos Aires.
Resumen: "En 1947, casi treinta años antes de que Bruce Chatwin emprendiera su ya mítico viaje a la Patagonia, Christopher Isherwood se embarcó en una travesía de seis meses por Sudamérica. Isherwood evitó deliberadamente leer a profundidad sobre el continente, pues la aspiración de quien hace un diario "es más la de trazar un paisaje impresionista y espontáneo que la de hacer algo perentorio". Asimismo, consideraba que "si hubiese tenido un conocimiento más amplio lo más probable es que hubiese generado en mí cierto complejo de inferioridad y una humildad que habrían sido contraproducentes". El cóndor y las vacas —catalogado por el autor como uno de sus mejores libros— es el resultado de ese viaje. De inmediato se estableció como una crónica clásica, debido a la mordaz capacidad de observación del autor, que realiza el mejor homenaje a los sitios visitados al narrar sus experiencias sin idealizaciones ni sentimentalismos. Isherwood se maravilla ante la diversidad de un continente que cuenta con policías dedicados a prevenir suicidios al borde de un precipicio, donde cerdos y cabras descienden hacia una llanura en paracaídas, o en el que un golpe militar fracasa porque el presidente finge haber perdido el sello necesario para darle carácter oficial a su renuncia; pasa tiempo con figuras literarias como Victoria Ocampo o Jorge Luis Borges (de quien escribe: "Conoce la literatura inglesa clásica y moderna como muy pocos ingleses y americanos y es capaz de recitar párrafos enteros de los autores más inesperados, con comentarios de lo más divertidos y sutiles") y advierte señales premonitorias de los años violentos que desembocarán en dictaduras militares. A fin de cuentas, considera que es un continente de contrastes donde algo se está cocinando: "Y va a seguir cocinándose con el mismo misterio, el mismo ruido, la misma furia, a través de los tiempos que se acercan"." --tomado de la contraportada.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Colección Signatura topográfica Copia número Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Libros Libros Jardín LAC Vizcaínas Biblioteca pública Biblioteca Pública 918 I793 2012 (Navegar estantería(Abre debajo)) Ej.1 Disponible JLV24050262

Nota al lector. -- El comienzo del viaje. -- Río arriba. -- En Bogotá. -- Camino a Ecuador. -- Petróleo en la selva. -- Hacia Perú. -- Lima y Arequipa. -- En el Altiplano. -- Titicaca y La Paz. -- La ciudad y el llano. -- Reflexiones en Buenos Aires.

"En 1947, casi treinta años antes de que Bruce Chatwin emprendiera su ya mítico viaje a la Patagonia, Christopher Isherwood se embarcó en una travesía de seis meses por Sudamérica. Isherwood evitó deliberadamente leer a profundidad sobre el continente, pues la aspiración de quien hace un diario "es más la de trazar un paisaje impresionista y espontáneo que la de hacer algo perentorio". Asimismo, consideraba que "si hubiese tenido un conocimiento más amplio lo más probable es que hubiese generado en mí cierto complejo de inferioridad y una humildad que habrían sido contraproducentes". El cóndor y las vacas —catalogado por el autor como uno de sus mejores libros— es el resultado de ese viaje. De inmediato se estableció como una crónica clásica, debido a la mordaz capacidad de observación del autor, que realiza el mejor homenaje a los sitios visitados al narrar sus experiencias sin idealizaciones ni sentimentalismos. Isherwood se maravilla ante la diversidad de un continente que cuenta con policías dedicados a prevenir suicidios al borde de un precipicio, donde cerdos y cabras descienden hacia una llanura en paracaídas, o en el que un golpe militar fracasa porque el presidente finge haber perdido el sello necesario para darle carácter oficial a su renuncia; pasa tiempo con figuras literarias como Victoria Ocampo o Jorge Luis Borges (de quien escribe: "Conoce la literatura inglesa clásica y moderna como muy pocos ingleses y americanos y es capaz de recitar párrafos enteros de los autores más inesperados, con comentarios de lo más divertidos y sutiles") y advierte señales premonitorias de los años violentos que desembocarán en dictaduras militares. A fin de cuentas, considera que es un continente de contrastes donde algo se está cocinando: "Y va a seguir cocinándose con el mismo misterio, el mismo ruido, la misma furia, a través de los tiempos que se acercan"." --tomado de la contraportada.

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.