Tratado teológico-político /

Spinoza, Benedictus de, 1632-1677

Tratado teológico-político / - Tercera edición - 544 páginas ; 18 cm - El Libro de Bolsillo. .

Traducción de: Tractatus theologico-politicus. Incluye índices.

Introducción. -- 1. El marco externo: la Holanda de Spinoza. -- 2. La génesis del Tratado teológico-político. -- 3. Publicación del Tratado y primeras reacciones. -- 4. Significado histórico del Tratado. -- 5. Nuestra traducción. -- Vida de Spinoza y datos complementarios. -- Cronología del pueblo hebreo en la época del Antiguo Testamento. -- Selección bibliográfica. -- 1. Bibliografía fundamental sobre Spinoza. -- 2. Bibliografía en torno al Tratado teológico-político. -- Siglas y formas de citar. -- Tratado teológico-político. – Prefacio. -- I. De la profecía. -- II. De los profetas. -- III. De la vocación de los hebreos y de si el don profético fue peculiar de los hebreos. -- IV. De la ley divina. -- V. Por qué han sido instituidas las ceremonias y por qué y para quiénes es necesaria la fe en las historias. -- VI. De los milagros. -- VII. De la interpretación de la Escritura. -- VIII. En el que se prueba que el Pentateuco y los libros de Josué, de los Jueces, de Rut, de Samuel y de los Reyes no son autógrafos. Se investiga, después, si los escritores de todos estos libros fueron varios o uno solo y quién sea éste. -- IX. Se investigan otros detalles sobre los mismos libros, a saber, si Esdras les dio la última mano y, además, si las notas marginales que se hallan en los códices hebreos fueron lecturas diferentes. -- X. Se examinan los demás libros del Antiguo Testamento del mismo modo que los precedentes. -- XI. Se investiga si los apóstoles escribieron sus cartas como apóstoles y profetas o más bien como doctores. Se explica después el oficio de los apóstoles. -- XII. Del verdadero original de la ley divina y en qué sentido se dice que la Escritura es sagrada y la palabra de Dios. Se prueba, finalmente, que, en cuanto contiene la palabra de Dios, nos ha llegado incorrupta. -- XIII. Se demuestra que la Escritura no enseña sino cosas muy sencillas, ni busca otra cosa que la obediencia; y que, acerca de la naturaleza divina, tan sólo enseña aquello que los hombres pueden imitar practicando cierta forma de vida. -- XIV. Qué es la fe y qué los fieles; se determinan los fundamentos de la fe y se la separa, finalmente, de la filosofía. -- XV. Se demuestra que ni la teología es esclava de la razón ni la razón de la teología, y por qué motivo estamos persuadidos de la autoridad de la Sagrada Escritura. -- XVI. De los fundamentos del Estado; del derecho natural y civil del individuo y del derecho de las supremas potestades. -- XVII. Se demuestra que no es posible ni necesario que alguien transfiera todo a la suprema potestad. Del Estado de los hebreos: cómo fue en vida de Moisés y cómo después de su muerte, antes de que eligieran a los reyes; sobre su prestigio y, en fin, sobre las causas de que haya podido perecer y de que apenas se haya podido mantener sin sediciones. -- XVIII. Se extraen ciertas enseñanzas políticas del Estado y de la historia de los hebreos. -- XIX. Se demuestra que el derecho sobre las cosas sagradas reside íntegramente en las supremas potestades y que el culto religioso externo debe adaptarse a la paz del Estado, si queremos obedecer rectamente a Dios. -- XX. Se demuestra que en un Estado libre está permitido que cada uno piense lo que quiera y diga lo que piense. -- Tabla de «notas marginales». -- Índice de citas bíblicas. -- Índice analítico.

“Publicado en los primeros meses de 1670 de forma anónima y con falso pie de imprenta, el Tratado teológico-político ocupa un puesto privilegiado no sólo en el sistema de Spinoza (1632-1677), sino también en la historia del pensamiento occidental. La aparición de la obra —«una auténtica revolución intelectual»— se produjo en un momento crucial, situado entre la reforma religiosa, que había conducido a la Paz de Westfalia, y las ya incipientes revoluciones políticas que desembocarían en el estado laico. Dos nociones corren paralelas a lo largo de toda esta obra que fue perseguida y prohibida por iglesias y sectas: «Por un lado, la necesidad de la libertad de pensamiento, la cual sólo tiene cabida en un Estado democrático; ' por otro, la idea del Estado como poder supremo, único garante de la unidad y la seguridad y, en definitiva, del pacto social que lo constituye».” -- tomado de la contraportada.

9788420693279


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320.01 / S758 2014